APARICIONES EN MEDIOS |Diario de Navarra; 06.02.2016
Navarra se enfrenta a numerosos retos desde el punto de vista económico, determinantes para alcanzar el progresivo desarrollo en nuestra comunidad: reducir la dependencia del sector de la automoción, fortalecer el sector agroalimentario, potenciar la internacionalización e impulsar el sector servicios, entre otros.
Para lograr todo eso, Navarra dispone de diversos instrumentos de los que es necesario sacar el máximo rendimiento: cuenta con el Convenio económico, que garantiza el máximo nivel de autogobierno jamás conseguido y unas inmejorables condiciones económicas; también con grandes proyectos de infraestructuras, algunas en construcción como el Canal de Navarra o el Tren de Alta Velocidad, y con la garantía de las reformas que ha llevado a cabo el Gobierno de España. Unas reformas que ya han demostrado ser fructíferas, tal y como reflejan los datos que posicionan a España como líder del crecimiento y de la creación de empleo en la UE y tal como avala el Fondo Monetario Internacional, que señala a España como el único país, junto con Alemania, que mejora sus previsiones económicas.
Tampoco debemos olvidar que contamos con tres universidades de reconocido prestigio, que garantizan una buena formación a los futuros profesionales de nuestra comunidad, lo cual se traduce en innovación y riqueza.
En definitiva, podemos afirmar que contamos con las herramientas necesarias para superar los desafíos que nos presenta la economía navarra. Lo que falla, sobre todo desde que Bildu forma parte del Gobierno de Navarra, es la voluntad de utilizarlas en el sentido óptimo.
¿Y por qué nos encontramos en esta encrucijada? Muy simple: porque la presidenta Uxue Barkos ha optado por integrar a la formación abertzale radical en el gobierno. Una elección que demuestra que, o bien no conoce a su socio de gobierno, o bien no desea conseguir los principales objetivos que darían impulso a Navarra: la consolidación de la recuperación económica y la garantía de la unidad de España.
Bildu es un lastre para la economía porque ‘dice no’ a todo lo que signifique progreso. Tenemos la prueba en el proyecto del AVE. Mientras que el vicepresidente Ayerdi y la ministra Ana Pastor han mostrado su disposición a garantizar su futuro, Bildu lo rechaza. Lo mismo ocurre con Arozteguia: Geroa Bai aprueba este proyecto de desarrollo para el Baztan, mientras que Bildu se opone terminantemente.
Queda patente que con Bildu en el poder es imposible hacer frente a los retos económicos, ya que su mayor empeño es declarar la guerra a todas aquellas iniciativas que traigan consigo desarrollo y bienestar.