APARICIONES EN MEDIOS | RTVE; 02.02.2016
La reducción de la contaminación, que hoy en día se ha convertido ya en una amenaza para el planeta, debe ser una de las prioridades por las que trabajemos tanto instituciones como el conjunto de la sociedad. Hace unas semanas se llegaba a un acuerdo histórico en París en el que a nivel global se hacía una apuesta clara por tomar medidas contundentes para frenar el cambio climático.
Este compromiso es una de las razones por las que en ningún caso podemos admitir conductas permisivas o, directamente, ilegales, a la hora de eludir los límites que nos hemos fijado entre todos para las emisiones de casos contaminantes. La otra, también fundamental, es que Europa necesita una industria, fuerte, competitiva y cumplidora de la ley, porque es la única forma de seguir apuntalando un sector que es clave para nuestro crecimiento y nuestra economía.
Por eso es tan importante investigar y dejar bien claro qué es lo que ha ocurrido en el caso de Volkswagen u otras empresas automovilísticas a las que se ha acusado de manipular las emisiones de gases contaminantes en sus vehículos.
En el Parlamento Europeo estamos también por dar la máxima claridad a este asunto. Y por eso hemos creado una comisión de investigación, de la que formo parte, no solo para que todos los ciudadanos sepan lo que ha ocurrido, sino también para proponer medidas que eviten que algo así vuelva a ocurrir y que aporten transparencia en un ámbito clave para nuestro medio ambiente y nuestra industria.
Desde que estalló este escándalo, todos hemos recibido con sorpresa, primero, y luego con preocupación y hasta enfado, las noticias que se han sucedido sobre la actuación de la empresa alemana y las consecuencias que ello ha originado. Ahora es el momento de analizar toda la información, pero es fundamental que lo hagamos con prudencia, sin sacar conclusiones precipitadas, porque entonces estaríamos haciendo un flaco favor a la ciudadanía y a una industria, la automovilística, que es clave para el crecimiento y el empleo en Europa.
No se trata aquí de estudiar solo el caso Volkswagen, sino de esclarecer si las normas que hemos fijado sobre emisiones contaminantes de nuestros vehículos se están aplicando convenientemente y resultan suficientes.
Nuestro objetivo debe ser el de contribuir a que se dé la máxima transparencia a todo lo ocurrido para que se pueda castigar al que haya hecho trampas, pero también el de aportar ideas y soluciones para mejorar en un tema tan importante.
Y todo ello sin ayudar a aquellos que quieren aprovechar la coyuntura para atacar a la industria europea, y en particular a la industria del diésel, de la que Europa es un referente.
Debemos recordar que la UE tiene el ambicioso objetivo de que en 2020 el 20% de su PIB provenga de la industria y que aumente el empleo en el sector. La industria automovilística tiene un gran peso en este ámbito y es fundamental para la economía europea y, en concreto, para la española, ya que es uno de los grandes sectores creadores de empleo en nuestro país y, además, un empleo de calidad.
Debemos asegurarnos de que investigamos hasta el final todo este asunto porque están en juego el prestigio y la reputación de las fábricas de automóviles y de todo el sector industrial de Europa.
Las conclusiones que saquemos deben servir para despejar todas las dudas y para contribuir a que se tomen decisiones claras y contundentes que aseguren que nuestros coches y que toda la industria europea cumplen con los más altos estándares de calidad y respeto al medio ambiente, convirtiéndose en un ejemplo para todo el mundo.